Una vez que te hayas cansado de tocar en la posición de los primeros trastes, tendrás que sumergirte en el abismo de las posiciones superiores. Quién sabrá las notas que consigas… Para ir subiendo tus dedos hacia el traste doce y más allá tendrás que trasladar tu mano izquierda hacia arriba y abajo en el diapasón. Tendrás que desplazarse y trasladarse ya sea si viajaras un solo traste o brincaras diez. La técnica para ambos es básicamente la misma, aunque, hay varias cosas que hay que prestarle atención cuando haces grandes traslados o brincos en el diapasón.
Cuando le enseño a mis estudiantes a hacer traslados me gusta que estos piensen que su mano izquierda está en un carril, como si fuera un tren caminando en sus rieles. El tren no cambia su posición según va a través de los carriles ni tampoco lo hará tu mano. La tendencia puede ser a ‘agarrar’ la nota a la que llegarás con el traslado. Al hacer esto, tu posición de la mano se irá fuera tu posición tentativa y perderás fuerza y precisión en los dedos. Si, sin embargo, tú mantienes tu posición de la mano izquierda y trasladas tu antebrazo entero arriba del cuello (como si tu mano fuera en los rieles del tren) encontrarás que tendrás más precisión y que la conexión entre las notas será mejor.
Cuando estés haciendo tus traslados hacia arriba y abajo, un dedo guía puede ser de gran utilidad. El dedo guía es un dedo que mantiene contacto con las cuerdas pero sin ejercer ninguna presión. Este simplemente actúa como un punto de referencia para que la mano se quede estable y segura, parecido a cuando utilizas un pasamano. Puede que no lo necesites, pero si estuvieras subiendo unas escaleras a lo oscuro, seguramente estarás muy agradecido de que este pasa mano este allí. Con mayor frecuencia, el primer dedo actúa como el dedo guía, especialmente si estás tocando en una misma cuerda. Las escalas cromáticas son una buena forma de practicar y reflexionar sobre los dedos guías (o los ejercicios en las 7 Rutinas Técnicas para Guitarristas Principiantes). Podrías sólo tocar una escala cromática en la primera cuerda desde el traste uno al doce (y luego regresar abajo nuevamente) utilizando los dedos en un orden secuencial: 1234 – 1234 – 1234 y luego 4321 – 4321 – 4321. Entre cada uno de los grupos de cuatro, necesitarás trasladar la mano izquierda y mientras haces esto, sosteniendo firmemente tu mano izquierda, según sigue su “carril”, puedes deslizar ligeramente el primer dedo a lo largo de la primera cuerda para que sirva como un dedo guía.
Calcular visualmente los traslados
El diapasón de la guitarra no es tan largo como parece cuando lo piensas con detenimiento. Pero, cuando se trata de un traslado ‘grande’ en un pasaje rápido, pudiera parecer que los trastes están a millas de distancia. Si te quieres asegurar que realmente dominas estos traslados cada vez que los hagas, necesitarás calcularlos visualmente.
De la misma forma en que prepararías tu mano izquierda o derecha para ciertos movimientos, podrías preparar tus traslados al mover tu línea visual al lugar de aterrizaje de los dedos antes de que estos despeguen. La mejor forma de desarrollar esta destreza es el practicar lentamente los brincos de la mano izquierda y desarrollando el hábito de mover los ojos antes que tus manos.
Comencemos con un brinco de una octava en la primera cuerda. Coloca tu dedo uno en la nota Fa en la primera cuerda y toca esta nota. Entonces, antes de que muevas los dedos de tu mano izquierda, enfoca tus ojos en el traste trece, que también es un Fa. Ya que has mirado a tu objetico, traslada tu primer dedo arriba al traste 12 de una forma tranquila, superficial, etc. Repite este proceso en reversa para trasladarte hacia abajo. Toca el Fa del traste trece, calcula visualmente el primer traste, y luego has el traslado.
Te puedes poner creativo con este ejercicio e inventar tu propia versión del mismo. Puedes encontrar:
traslados de octavas: Fa-Fa, Fa#-Fa#, Sol-Sol, etc.
traslados contrastantes: Fa-Fa, Fa#-Mi, Sol-Re#, etc.
Realiza traslados en el diapasón a través de las cuerdas, alternando tu mano izquierda, brincando con ritmos, intérvalos, triadas, etc. Las cantidad de variaciones que puedes hacer quedan abierta a tu imaginación!
Con tiempo, y paciencia, crearas un hábito de calcular visualmente los traslados y esto se convertirá en parte de tu técnica.
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